*Intervención dadaísta en el poema El amenazado de Jorge Luis Borges.
Primer paso: transcriba en un papel el poema elegido.
Segundo paso: asegúrese de no haber cometido ningún error. Es clave.
Tercer paso (o sugerencia colorida): resaltar con color algunas palabras.
Hacia el final, debería tener en sus manos algo similar a esto:
Cuarto paso: recorte las oraciones.
Quinto paso: desorganice el orden de las tiras.
Sexto paso: corte palabra por palabra.
Séptimo paso: coloque las palabras en una bolsa.
Octavo paso: vaya sacando cada palabra y acomódela a su gusto.
Ahora sí, les dejo lo que la intervención me ha dejado:
Biblioteca en los muros de la noche,
hay ansiedad de amor oscurecido.
Mis pequeños ejércitos ya duelen y el
Norte es un todo.
Memoria de una mujer, de las comunes,
el ave joven es su única y hermosa
voz.
Tiempo.
Pasar por tu amor,
es la sombra en una habitación militar
de muertos
a la espera de las hordas de la mujer
cárcel.
¿De qué me servirían sus ventanas?
El atroz amor que me delata por sobre
las magias.
Sueño, huir: el alivio.
La madre vaga es el nombre irreal,
los hábitos de sus palabras que cercan
el sueño del amor.
Talismanes inútiles que miran las
mitologías y no crecen.
Oír la fuente que el Norte en quiebra
ha traído,
ya mi máscara intemporal ha cambiado a
mares.
Ella usó el cuerpo, su sabor,
como espadas para ocultarme de sus cosas.
como espadas para ocultarme de sus cosas.
Estar contigo siempre es el horror de
lo sucesivo,
de las galerías, de las letras, del
cántaro en la esquina.
Tendré paz, pero con el áspero
aprendizaje del hombre,
de la sombra.
Me atrevo al ejercicio de la erudición,
pero no me levanta de la amistad.
Estar contigo ya no me serena,
es vivir con la medida del cantar
de la voz de los que todo lo han visto.
de la voz de los que todo lo han visto.
Poema original:
Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La
hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición el aprendizaje de las palabras que usó
el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven
amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz
del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la
sombra no ha traído la paz.
Es ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
2 comentarios:
wow
me avisas cuando salga la película? muy largo sino.
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